Hola una vez más a todos y a todas. Bienvenidos al tercer y último año de Prácticas del lenguaje.
Cómo fuimos creciendo, ¿no? Y no sólo físicamente, sino también emocional e intelectualmente. Hemos incorporado conocimientos y habilidades. Hoy leemos y escribimos mejor que hace un año y mucho mejor que dos años atrás; y cuando el 2019 termine, seguramente leeremos y escribiremos mejor que ahora...
Lo mismo pasa con la lectura y con la escritura. Si leo por primera vez un cuento, tal vez no lo entienda del todo; pero si insisto, si busco lo que no entiendo, si pregunto... lo entenderé finalmente. Si los primeros ensayos literarios no me salen, pero vuelvo sobre los errores de ortografía y de puntuación, corrijo, rearmo alguna frase, busco conectores para relacionar las ideas, reviso la división en párrafos y demás, pasará con mi texto lo mismo que con el fútbol: finalmente seré más que competente para comunicarme con los demás.
Hoy iniciamos el tercer y último nivel de estas prácticas del lenguaje que son, en realidad, prácticas de la vida. Espero el compromiso de todos ustedes para que, en los años siguientes, nos veamos y nos sintamos más grandes, sí, pero sobre todo más sabios y más preparados para enfrentar el futuro.
Hoy iniciamos el tercer y último nivel de estas prácticas del lenguaje que son, en realidad, prácticas de la vida. Espero el compromiso de todos ustedes para que, en los años siguientes, nos veamos y nos sintamos más grandes, sí, pero sobre todo más sabios y más preparados para enfrentar el futuro.
¡Buen año para todos y todas!
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