"Los medios de comunicación son la entidad más poderosa de la Tierra. Ellos tienen el poder de hacer culpable al inocente e inocente al culpable y éste es el poder. Porque ellos controlan la mente de las masas." (Malcolm X)

miércoles, 14 de marzo de 2018

Acuerdo de convivencia

Los alumnos y las alumnas deberán imprimir el siguiente documento, firmarlo y hacerlo firmar por sus padres o tutores. Luego, deberán colocarlo en la carpeta donde permanecerá a lo largo del año.

SEGUNDO AÑO
PRÁCTICAS DEL LENGUAJE
PROFESORA LAURA ESPONDA
http://2018practicasdellenguaje2.blogspot.com
NORMAS DE CONVIVENCIA 2018
Las normas de convivencia pautadas para la materia han sido discutidas y consensuadas a principio de año con los alumnos y las alumnas, quienes, en interacción con la docente, han estado de acuerdo con los siguientes principios:
  1. Es injusto que quienes trabajan obtengan las mismas calificaciones que quienes no trabajan.
  2. No pueden alcanzar los mismos resultados quienes se esfuerzan en sus tareas que quienes no proceden de este modo.
  3. Es absolutamente necesario respetar los turnos de conversación y los derechos de los compañeros para que el proceso de enseñanza y de aprendizaje se desarrolle en un ámbito ameno de tolerancia y participación democrática propicio para el intercambio didáctico.
  4. Durante las clases, habrá momentos en los que será absolutamente necesario prestar atención y otros en los que los alumnos y las alumnas podrán relajarse y trabajar en equipo. Es necesario distinguir unos momentos de otros y comportarse según las necesidades del momento.
  5. Es injusto que todo el grupo sea castigado por el comportamiento inadecuado de un alumno o alumna o de un grupo de ellos.
  6. El espacio del aula es un lugar de encuentro, de convivencia y de trabajo. Sólo en un espacio ordenado, puede ordenarse el pensamiento y sólo en un ambiente organizado, el cuerpo podrá disponerse para el trabajo. Por lo tanto, la distribución de los bancos dependerá de la actividad que se desarrolle en el momento, sin embargo, en general, los alumnos se sentarán en filas de a dos sin excepciones. Para predisponer el cuerpo para el trabajo se evitarán posturas que inviten a la desconcentración o al descanso como apoyarse contra la pared o recostarse en el banco.
  7. Los celulares y otros dispositivos electrónicos serán utilizados a menudo como instrumentos de trabajo. Sin embargo, en los momentos en que no sean necesarios para la tarea, deberán permanecer apagados para evitar distracciones innecesarias dentro del aula.

En función del cumplimiento de los principios anteriormente expuestos, se establecieron las siguientes normas para la convivencia y para un buen desempeño en el proceso de enseñanza y de aprendizaje:
A. En relación con la entrega de trabajos:
  1. Los alumnos y las alumnas se comprometen a entregar sus trabajos en tinta, sin tachaduras ni asteriscos, con buena caligrafía y prolijidad, mientras que la docente se compromete a ser minuciosa en la corrección y estar atenta a las dudas de los estudiantes. No se aceptarán trabajos vía e-mail.
  2. El alumno o la alumna que no entregue su trabajo en la fecha acordada, podrá entregarlo a la clase siguiente, pero se le bajarán 2 (dos) puntos en la calificación final. De no hacerlo en ese plazo, se le colocará un 1(uno) que se promediará con la nota que se saque si entrega el trabajo en el lapso de una semana.
  3. Los alumnos y las alumnas tienen la obligación y el derecho de REHACER los trabajos para reparar en el error y mejorar, de este modo, el aprendizaje y la calificación obtenida. Todos los estudiantes que rehagan en el lapso de una semana satisfactoriamente el trabajo desaprobado obtendrán la calificación de 7 (siete).
  4. Los estudiantes serán evaluados por su trabajo clase a clase ya sea a través de la observación o de la entrega de las tareas del día. En el caso de que el alumno no entregue la tarea del día si le fuere solicitada, recibirá un 1(uno) por trabajo en clase, que se promediará con las otras notas de trabajo en clase que obtenga a lo largo del trimestre.
  5. Será considerado un hecho grave, la copia o plagio de trabajos. Tanto el alumno o alumna que presta el trabajo como el o la que lo pide prestado será castigado con un 1 (uno). Dichos estudiantes tendrán la oportunidad de volver a entregar el trabajo en el término de una semana. La nota que se saquen se promediará con la nota anterior.
  6. En caso de ausencia, el alumno o la alumna debe pedir el material trabajado en clase a algún compañero o consultarlo vía blog del aula (http://2017practicasdellenguaje2.blogspot.com) y presentarse a la clase siguiente con el material copiado en la carpeta. En caso de que sea una fecha de entrega, deberá enviar dentro de lo posible, el trabajo por algún familiar o compañero o compañera. De no poder hacerlo, podrá subirlo a su blog personal o carpeta digital.
B. En relación con los exámenes:
  1. Las fechas serán acordadas entre la docente y los estudiantes. Una vez acordadas, serán inamovibles.
  2. Los estudiantes no podrán pedir material prestado, es decir, deberán traer sus propias hojas, lapiceras, goma, etc.
  3. Los alumnos y las alumnas deberán sentarse de a dos en filas ordenadas y no se permitirá conversar durante el período de examen. En caso de que esto ocurriere, en primer lugar, se le advertirá al alumno acerca de su conducta. En caso de reincidencia, se le bajará un punto y, si insistiere, se procederá a retirar el examen.
  4. En caso de que la mitad de los estudiantes obtengan resultados inferiores a 7 (siete) puntos en un examen, se volverá a explicar el tema y se volverán a evaluar dichos contenidos a los alumnos y alumnas desaprobados. Del mismo modo, aquellos estudiantes que en las evaluaciones de resolución de problemas (no, en las de estudio) obtenga menos de 7 (siete) puntos, tendrán derecho a un compensatorio que le permita la oportunidad de revisar los conceptos y levantar la nota.
C. En relación con la necesidad de tener el material para trabajar en clase:
  1. El alumno que no tenga su material para trabajar en clase[1], recibirá una cruz en la libreta de calificaciones. Cuando llegue a las tres cruces, se le colocará un 1 (uno). Las cruces serán borradas cuando termina el trimestre. Además, deberá realizar una tarea referente al tema trabajado en clase para asegurar el aprendizaje de los contenidos estudiados.
D. En relación con los turnos de conversación y el respeto por la palabra y los derechos del otro:
  1. El alumno que impida la buena comunicación en clase (conversación con el compañero, interrupciones constantes, molestar a alguno de sus pares, pararse sin permiso, etc.) recibirá en primera instancia un llamado de atención. Luego, se le pedirá que realice una tarea relacionada con el tema del día o de reflexión acerca de la importancia de una buena convivencia o que prepare un tema para desarrollar oralmente ante sus compañeros y se colocará una cruz (Recordar que a las tres cruces es un 1 (uno)). Esta "tarea- castigo" apunta a que el alumno o la alumna reciba una experiencia de aprendizaje y no sólo un castigo vacío de contenido y desprovisto de sentido social. Esta tarea no recibirá calificación pero sí será sancionada con un 1 (uno) si no se realiza. Recibirá cada vez una cruz en la libreta de calificaciones. Si llegara a sumar tres cruces, recibirá un 1(uno)
  2. Se procederá a la entrega de celulares antes de comenzar la clase si los alumnos insistieren en usarlos sin un objetivo pedagógico.

Firma del alumno:

Firma del padre:

Aclaración:



[1] Se entiende por material para trabajar en clase: útiles escolares, hojas rayadas, libros, carpeta, etc.

lunes, 12 de marzo de 2018

El cuentista


EL CUENTISTA
de Saki
Era una tarde calurosa, y en el compartimento de ferrocarril el aire se volvía sofocante. Faltaba casi una hora para llegar a Templecombe, la próxima ESTACIÓN. Ocuparon el compartimento dos niñas, una menor que la otra, y un niño; acompañados de una tía, ubicada en un extremo del asiento; y enfrente, en el otro extremo, había un solterón que no formaba parte del grupo, lo cual no impidió que los niños se instalaran en su asiento. Tanto la tía como los niños practicaban ese tipo de conversación limitada, PERSISTENTE, que hace pensar en las atenciones de una mosca que no se desalienta por más que la rechacen. APARENTEMENTE la mayor parte de las observaciones de la tía comenzaban con "No debes", y casi todas las observaciones de los niños CON "¿Por qué?" El solterón no manifestó en alta voz lo que pensaba.
—No debes hacerlo, Cyril, no lo hagas —exclamó la tía, mientras el niño golpeaba los almohadones del asiento levantando con cada golpe una nube de polvo.
—Ven y mira por la ventana —añadió la tía.
El niño obedeció de mala gana.
—¿Por qué sacan a esas ovejas de ese campo? —preguntó.
—Supongo que las llevan a otro campo donde hay más pasto —dijo sin convicción la tía.
—Pero hay mucho pasto EN ese campo —replicó el niño—; no hay nada más que pasto allí. Tía, hay MUCHO pasto en ese campo.
—Tal vez sea mejor el pasto del otro campo —sugirió tontamente la tía.
—¿Por qué es mejor? —fue la inmediata e inevitable pregunta.
—¡Oh!, mira esas vacas —exclamó la tía. A lo largo de casi todo el trayecto se veían vacas o bueyes, pero la mujer hablaba como si estuviera señalando algo fuera de lo común.
—¿Por qué es mejor el pasto del otro campo? —insistió Cyril.
El fastidio comenzaba a insinuarse en el entrecejo del solterón. Un HOMBRE duro y antipático, pensó la tía, para quien resultaba absolutamente imposible llegar a una decisión satisfactoria acerca del pasto del otro campo.
La menor de las niñas comenzó a recitar, PARA entretenerse, "En el camino de Mandalay". Sólo conocía el PRIMER verso, pero obtuvo el mayor provecho posible de su limitado conocimiento. Repitió el mismo verso una y otra vez, con voz soñadora pero resuelta, y perfectamente audible, como si alguien hubiera apostado, pensó el solterón, a que ella no repetiría el verso DOS MIL veces seguidas SIN parar. Quien fuera que haya hecho la apuesta probablemente la perdería.
—Vengan, que les voy a contar un cuento —dijo la tía, después que el solterón la miró a ella dos veces y una al timbre de alarma.
Los niños se acercaron con indiferencia al extremo del compartimento donde se encontraba la tía.
En voz baja y en un tono confidencial, interrumpida a intervalos frecuentes por las preguntas petulantes que sus oyentes formulaban en alta voz, comenzó un relato lamentablemente desprovisto de interés acerca de una niña que era buena, y que se había hecho amiga de todos debido a su bondad, y que fue finalmente salvada del ataque de un toro furioso por varias personas que la admiraban por su virtud.
—¿Si no hubiera sido buena no la habrían salvado? —preguntó la mayor de las niñas. Ésa era exactamente la pregunta que quería formular el solterón.
—Sí, claro —admitió débilmente la tía—, pero no creo que habrían corrido de esa manera si no la hubieran querido TANTO.
—Nunca escuché un cuento más estúpido —dijo la mayor de las niñas, con suma convicción.
—Tan estúpido que ya no presté atención después de la primera parte —dijo Cyril.
La menor de las niñas no hizo ningún comentario, pero hacía rato que había empezado a murmurar su verso favorito.
—Al parecer no tiene usted ningún éxito como cuentista —dijo de pronto el solterón desde el otro extremo.
La tía se encrespó al defenderse instantáneamente de este ataque inesperado.
—Es muy difícil contar cuentos que los niños puedan entender y a la vez apreciar —dijo poniéndose tiesa.
—No comparto su opinión —dijo el solterón.
—A lo mejor quiera usted contarles un cuento —replicó la tía.
—Cuéntenos un cuento —pidió la mayor de las niñas.
—Había una vez —comenzó el solterón—, una niña llamada Bertha, que era extraordinariamente buena.
El momentáneo interés que los niños habían demostrado comenzó a vacilar; todos los cuentos parecían espantosamente iguales, sea quien fuere que los contara.
—Era siempre obediente, no faltaba a la verdad, conservaba limpia su ropa, comía budines de leche como si fueran pastelitos rellenos de dulce, aprendía perfectamente sus lecciones y era bien educada.
—¿Era linda? —preguntó la mayor de las niñas.
—No tan linda como tú —dijo el solterón—, pero era HORROROSAMENTE buena.
En los niños hubo una reacción favorable; la palabra horrorosa referida a la bondad era una novedad recomendable por sí sola. Introducía un viso de verdad que estaba ausente en los cuentos de la vida infantil que refería la tía.
—Era tan buena —prosiguió el solterón— que su bondad le valió varias medallas que llevaba siempre prendidas al vestido. Una medalla en premio a la obediencia, otra a la puntualidad y una tercera por buena conducta. Eran medallas grandes de metal que tintineaban al rozarse cuando la niña caminaba. No había en ese pueblo ningún otro niño que tuviera tres medallas, de modo que todos daban por sentado que era una niña extraordinariamente buena.
—Horrorosamente buena —recordó Cyril.
—Todos hablaban de su bondad, y al príncipe de la comarca le llegaron noticias al respecto, y dijo que como era tan buena tendría autorización de pasearse una vez por semana en su parque, que quedaba en las afueras del pueblo. Era un parque muy hermoso, y en el cual nos se permitía entrar a los niños, de modo que era un gran honor para Bertha ser invitada al parque.
—¿Había ovejas en el parque? —preguntó Cyril.
—No —respondió el solterón—, no había ovejas.
—¿Por qué no había ovejas? —fue la inevitable pregunta que surgió de la contestación.
La tía se permitió una sonrisa, que casi podría describirse como una mueca burlona.
—No había ovejas en el parque —dijo el solterón—, porque la madre del príncipe soñó una vez que su hijo sería matado por una oveja, o que moriría aplastado por un reloj de pared. Por tal razón, el príncipe no tenía ovejas en el parque ni tampoco un reloj de pared en el palacio.
La tía ahogó un suspiro de admiración.
—¿Fue la oveja o el reloj lo que mató al príncipe? —preguntó Cyril.
—El príncipe AÚN vive, de ahí que no podamos saber si el sueño se cumplirá —dijo sin inmutarse el solterón—; de todas maneras, no había ovejas en el parque, pero eso sí, estaba lleno de lechones que corrían por todos lados.
—¿De qué color eran los lechones?
—Negros con cabezas blancas, blancos con pintas negras, enteramente negros, grises con manchas blancas y algunos completamente blancos.
El cuentista hizo una pausa para dar a la imaginación de los niños una idea cabal de los tesoros del parque; luego prosiguió:
—Bertha lamentaba que no hubiera flores en el parque. Había prometido a sus tías, con lágrimas en los ojos, que no arrancaría ninguna de las flores del amable príncipe, y como se había propuesto cumplir su PROMESA, se sintió, es claro, ridícula a ver que no había flores.
—¿Por qué no había flores?
—Porque se las habían comido los lechones —respondió enseguida el solterón—. Los jardineros explicaron al príncipe que no se podía tener flores y lechones a la vez. Decidió tener lechones.
Hubo un murmullo de aprobación por la excelente decisión del príncipe; tantas personas hubieran elegido la otra alternativa.

—Había en el parque muchas otras cosas igualmente encantadoras: estanques con peces dorados, azules y verdes, árboles con hermosas cotorras que decían frases inteligentes sin hacerse rogar, colibríes que susurraban todas las melodías populares de entonces. Bertha paseaba por el parque y sentía una inmensa felicidad, y pensó: "Si yo no fuera extraordinariamente buena no me hubieran permitido venir a este parque tan bello y disfrutar de todo lo que aquí se ve" y mientras caminaba sus tres medallas tintinearon al rozarse y le hicieron recordar cómo era de buena. En ese preciso instante comenzó a rondar por el parque un enorme lobo que andaba en busca de un lechón gordo para comérselo a la hora de cenar.
—¿De qué color era? —preguntaron los niños, cada vez más interesados.
—Del color del barro, con una lengua negra y los ojos de un gris claro que brillaban con indecible ferocidad. Lo primero que vio al entrar en el parque fue a Bertha; su delantal era tan inmaculadamente blanco que se podía distinguir a la distancia. Bertha vio al lobo y vio que el lobo avanzaba hacia donde ella se encontraba. Comenzó a lamentarse de que la hubieran invitado al parque. Corrió tan velozmente como pudo, y el lobo, dando grandes saltos, casi la alcanzó. Bertha logró llegar hasta donde había un grupo de arrayanes y se ocultó detrás del más tupido. El lobo comenzó a husmear entre las ramas, con su lengua negra colgándole de la boca y sus ojos gris claro brillando de furia. Bertha estaba terriblemente asustada, y pensó: "Si yo no hubiera sido tan extraordinariamente buena me encontraría a salvo, a estas horas, en el pueblo". Sin embargo, el perfume del arrayán era tan fuerte que el lobo no podía localizar dónde se escondía Bertha, y los arbustos eran tan tupidos que bien hubiera podido rondar en torno a ellos sin distinguir a la niña. Por lo cual decidió que era mejor atrapar un lechón. Bertha temblaba toda entera de tener al lobo rondando y husmeando tan cerca de ella, y al ponerse a temblar la medalla de la obediencia chocó con las de buena conducta y puntualidad. El lobo se disponía a alejarse cuando oyó el ruido de las medallas que tintineaban, y se detuvo a escuchar; el tintineo volvió a repetirse desde un arbusto muy cercano de donde se encontraba. Se lazó sobre el arbusto, con sus ojos gris claro que brillaban de ferocidad y de satisfacción, y arrastró a Bertha de sus escondite y la devoró hasta el último bocado. Todo lo que quedó de Bertha fueron sus zapatos, restos de ropa y las tres medallas de la bondad.
—¿Murió alguno de los lechones?
—No, escaparon todos.
—El cuento empezó mal —dijo la menor de las niñas—, pero tiene un final muy hermoso.
—Es el cuento más hermoso que haya escuchado jamás —dijo la mayor de las niñas, con suma decisión.
—Es el único cuento hermoso que haya escuchado jamás —dijo Cyril.
La tía manifestó su disentimiento.
—¡Un cuento absolutamente inadecuado para los niños! Usted ha destruido el efecto de años de cuidadosas enseñanzas.
—De todas maneras —dijo el solterón recogiendo su equipaje y disponiéndose a dejar el compartimiento—, los mantuve tranquilos durante diez minutos, algo que usted no fue capaz de hacer.
—¡Qué mujer desdichada! —pensó mientras caminaba por el andén de la estación Templecombe—; durante los próximos seis años estos niños habrán de atosigarla en público pidiéndole un cuento inadecuado.

Relato extraído del libro El tigre de la señora Packletide y otros cuentos (Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1989. Colección Biblioteca Básica Universal; N° 4), de Saki. Estudio preliminar, traducción y selección de Eduardo Paz Leston.

PERÍODO DE DIAGNÓSTICO.
SEGUNDO AÑO 2018

COMPRENSIÓN DEL TEXTO: El cuentista (Saki)
Comprensión:
1. ¿Por qué la tía decide contarles un cuento a sus sobrinos?
2.  Transcriba una cita textual que demuestre cada uno de los adjetivos que se atribuyen a los personajes en los siguientes enunciados:
Los niños son inquietos, inteligentes y curiosos.
La tía es anticuada e ineficiente en la educación de los niños.
El solterón es impaciente  pero divertido para contar relatos.
3. ¿En qué se diferencia el cuento que relata la tía del que relata el solterón? Además de mantenerlos tranquilos, ¿qué objetivo persigue cada uno con su relato? ¿Por qué cree que los niños se mantienen tranquilos con la versión del cuentista?

Más allá de la lectura:
4.  ¿Qué tipo de cuento es el que acaba de leer? Justifique. ¿De qué tipos de cuento se “burla” el autor?
5.   "El cuentista" es un relato enmarcado (cuento dentro del cuento) ¿Quién es el narrador del relato que funciona como marco y quién es el narrador del relato enmarcado? ¿En qué persona gramatical narra uno y otro?

VOCABULARIO.
6. Reemplace por sinónimos o expresiones equivalentes las siguientes frases extraídas del cuento:
El aire se volvía sofocante...
…dijo la mayor de las niñas, con suma convicción
…introducía un viso de verdad
Sus tres medallas tintineaban al rozarse

GRAMÁTICA.
7. Transcriba y analice sintácticamente las siguientes oraciones:
Ocuparon el compartimiento dos niñas y un niño.
El solterón no manifestó en alta voz sus pensamientos.
La tía, una solterona aburrida, les contó un cuento estúpido.
8. Indique persona, número, tiempo y modo de los verbos subrayados en el cuento.
9. Indique si las palabras que figuran en MAYÚSCULAS en el texto son sustantivos, adjetivos, adverbios o preposiciones

PRODUCCIÓN DE TEXTOS:
Investigue la historia de Cenicienta, Pulgarcito y Blancanieves y elija UNA de las siguientes opciones para escribir un relato de alrededor de 200 palabras:
· La Cenicienta le manda una carta al príncipe azul explicándole que no quiere casarse con él porque va a estudiar en la Universidad.
· Pulgarcito se hace amigo del ogro y comparten una charla sobre fútbol.
· Blancanieves se niega a limpiar la casa de los enanos y se la pasa mirando televisión y jugando a los videojuegos.

domingo, 11 de marzo de 2018

Bienvenida

¡Hola una vez más a todos y a todas! ¡Bienvenidos al  segundo año de Prácticas del lenguaje!
Hoy leemos y escribimos mejor que hace un año; y cuando el 2018 termine, seguramente leeremos y escribiremos mejor que ahora... 
De eso se trata crecer: de aprender cosas nuevas, sin perder de vista las viejas, de estar abierto al trabajo para obtener cada vez mejores resultados, porque solamente haciendo se aprende: Yo puedo saber de memoria la receta de una torta de chocolate, pero hasta que no me pongo a hacerla, no sé hacer una torta. La primera vez se me quemará; la segunda, me saldrá apelmazada; la tercera, no se elevará...; pero si insisto, en algún momento me saldrá bien. Porque aprendí que necesitaba menos tiempo de horno, que tenía que ponerle más levadura, que le había puesto demasiada azúcar... Porque experimenté, busqué el error y lo fui corrigiendo para que saliera ¡perfecta!
Lo mismo pasa con la lectura y con la escritura. Si leo por primera vez un cuento, tal vez no lo entienda del todo esa primera vez; pero si insisto, si busco lo que no entiendo, si pregunto... lo entenderé finalmente. Si los primeros escritos (que serán un poco más complejos este años) no me salen, pero vuelvo sobre los errores de ortografía y de puntuación, corrijo, rearmo alguna frase, busco conectores para relacionar las ideas, reviso la división en párrafos y demás, pasará con mi texto lo mismo que con la torta: finalmente quedará ¡perfecto!
Hoy iniciamos el segundo nivel de estas prácticas del lenguaje que son, en realidad, prácticas de la vida. Espero una vez más el compromiso de todos ustedes para que el año que viene nos veamos y nos sintamos más grandes, sí, pero sobre todo más sabios y más preparados para enfrentar el futuro.
¡Buen año para todos y todas!